Poco a poco los Miraístas comenzaron a llegar y se inició la labor. Nuestro Asesor nos dio el apoyo y gran ayuda ya que con serrucho y martillo en mano nos colaboró para el arreglo de algunas tablas de columpios y la rueda giratoria, de paso probando su resistencia. Unos con machete en mano limpiaron el exceso de pasto, otros con bolsas y guantes recogieron la basura que daba mal aspecto; igualmente fue hermoso al ver como residentes del sector se unieron con herramienta en mano, para brindarnos su apoyo y que decir de los niños quienes entre juego y juego su granito de arena iban aportando, poco a poco y al cabo de un par de horas el aspecto del parque fue cambiando y al final llegó la recompensa, no solamente el haber disfrutado de unas ricas onces sino la satisfacción que queda en el corazón por la labor cumplida.