Han transcurrido cerca 16 meses de haberse iniciado el mandato de la doctora Luz Piedad Valencia Franco como alcaldesa de Armenia, tiempo durante el cual las vías principales de la capital quindiana se han venido deteriorando más y más.
Recuerdo las promesas de la doctora Luz Piedad en plena campaña, cuando manifestaba que la mayor parte de su inversión la iba a focalizar hacia lo social; que los programas hacia los diferentes grupos poblacionales serían su fortaleza durante su administración y que la inversión física, es decir, la arena y el cemento, sería mínima toda vez que las administraciones recientes se habían dedicado a invertir en vías, puentes, andenes y demás, y que habían dejado a un lado lo social.
Al hacer un alto en el camino, mirando con objetividad, deduzco que la inversión social tampoco ha sido el fuerte durante este tiempo nuevo de mandato; y como la inversión física no es uno de los objetivos de esta administración, las vías principales de la ciudad están en total abandono.
Solo “reparcheos” para tapar huecos es lo que se ha visto en la avenida 14 de octubre, en la carrera 19 y de vez en cuando en la avenida Centenario.
Esta última, se constituye hoy como el sector con mejor proyección para la construcción de vivienda y de servicios de la ciudad y la presencia de centros de educación; del Comando de Policía Quindío; del batallón Cacique Calarcá; de conjuntos habitacionales; de restaurantes; supermercados; clínicas y centros comerciales, entre otros, no han sido suficiente para que la administración municipal traslade su mirada social y de inversión física a este sector.
Los habitantes de la Centenario y demás ciudadanos que por allí transitan solicitan una ruta de bus que la recorra de sur a norte y norte sur completamente; no es posible que sólo una ruta pase por el comando de la Policía y que no haga un recorrido en sentido norte sur para que los niños y jóvenes puedan llegar y regresar de la institución educativa Santa Teresa de Jesús. No es posible que en este tiempo nuevo que vivimos, no se haya invertido en una capa asfáltica completa que haga más amable el tránsito por esta vía, que es la que desatasca en gran parte el centro y norte de la ciudad. No es posible que cada vez que llueve, la Centenario se inunde porque el alcantarillado no es suficiente para evacuar con efectividad las aguas servidas. No es posible que los ciudadanos de bien, quienes a diario caminan por la Centenario, sean víctimas de asaltos y amenazas.
Un SOS por la Centenario de Armenia, para que haya inversión social y física por parte de la administración municipal.