El grupo de 500.000 víctimas vive en condiciones de asilo, desempleo y en riesgo de ser deportados, como lo confirmó, Ana Paula Agudelo, representante de colombianos en el Exterior por el partido Mira, quien también dijo que «sólo un pequeño porcentaje de ellos tiene estatus de refugiado».
«Donde hay mayor concentración es en las zonas de frontera que es con Venezuela y Ecuador, tenemos un número en Estados Unidos, en Costa Rica, en Suiza, en España y algunos casos que nos han llegado de Suramérica de Chile y Brasil.
Según Agudelo entre el grupo de víctimas en el exterior hay afectados por la guerrilla, los paramilitares y el Estado.