La ejecución en un mes de 100 millones de pesos en un convenio realizado entre la Oficina de la Umata y la fundación Amalaka, entre otros interrogantes en cuanto a contratación fueron expresados por el concejal del Partido MIRA, Diego Alegría, durante el debate de control político realizado por su bancada en la corporación edilicia.
“El convenio de esta Fundación con la Oficina de la Umata inició el 1 de noviembre de 2016 y terminó el 29 de diciembre del mismo año, en donde de los 100 millones de pesos, el 40% tendría el aporte de la Fundación y el 60% de la Administración municipal. De este 40% según la propuesta inicial, la Fundación costearía una cartilla didáctica informativa y otro recurso se destinaria para el transporte, pero al momento de ver el informe se encuentra que los recursos fueron invertidos en cosas diferentes”, señaló el concejal.
Entre los gastos que realizó esta fundación de acuerdo con el corporado están los de “capacitación, viáticos, transporte que no los cubre la Fundación como inicialmente se propuso, sino que es el municipio quien da el recurso. También se encuentra la realización de vídeos en un mes por más de tres millones de pesos.”
De igual manera durante su intervención preguntó que “¿cómo fue posible dar acta de inicio de ese contrato el 20 de noviembre de 2016 y dar la primera orden de pago, cuando la póliza fue aprobada hasta el día 28, 29 de ese mismo mes?”
En cuanto a la participación de la comunidad a las capacitaciones el concejal expresó su preocupación puesto que “se encontró que existen listados en donde el orden de las personas es el mismo y lo único que cambia son las fechas, por ejemplo, el folio 45 coincide con el folio 48, teniendo los dos, días diferentes, uno es el 13 de diciembre y el otro es el 7 de diciembre, al igual que el folio 51 y 52”
Respecto al acta final, el cabildante indicó que ésta fue entregada el 29 de diciembre de 2016 a las 4:41 p.m. y en ese mismo día se aprobó el pago, siendo desembolsado el 2 de enero de 2017, pero que al parecer existirían dos actas finales.
“El acta final que me fue entregada en noviembre del año anterior por parte de la Secretaría General es una hecha a mano y no es firmada por el representante legal de dicha Fundación, pero cuando me entregan la carpeta para este debate hay un acta final hecha a computador, con la firma del representante legal, con el mismo radicado y fecha que la anterior”, especificó el corporado.
Ante lo anterior, el concejal manifestó que espera se pueda dar claridad a estos puntos mediante documento, tal cual lo expresó la jefe de la Oficina de la Umata.