Sabemos que Colombia es un país con una mega biodiversidad, allí encontramos todo lo que se necesita para vivir, pero lamentablemente nuestro país no es una potencia económica.
Hoy en día vemos como nuestros recursos están siendo explotados por las multinacionales y toda nuestra riqueza se la están llevando otros, si damos un vistazo a las necesidades que tiene Colombia, la lista será numerosa entre escaza cobertura en salud y educación, poca inversión en proyectos de vivienda e infraestructura y por su puesto la falta de atención al tema ambiental.
Si queremos lograr que Colombia sea un país competitivo se necesita contar con la ayuda del Gobierno, y cuya representación debe hacerse a través de congresistas comprometidos a velar y luchar para que las riquezas de nuestro país no sean arrebatadas.
En la actualidad hay que analizar el tema de las regalías, no hay argumentos que definan claramente porque en Colombia se cobra un 4% por el oro y un 12% para la Sal. No existe una tarifa estandarizada, como lo tienen otros países.
De acuerdo con el economista Guillermo Rudas, en su estudio de la minería en Colombia, contempla que en el 2007 las regalías pagadas fueron de 1,1 billones y las exenciones, de 0,59 billones. En el 2009, las regalías pagadas fueron de 1,93 billones y las exenciones de 1,75 billones.
¿Quién podría explicar por qué esas bajas regalías, por qué las exenciones?. Entonces surge la pregunta ¿Cuál será la solución? Será que luchando contra la corrupción o a caso reformando el régimen minero o será que si se reevalúa la posibilidad de aumentar el volumen de las regalías hasta en un 30% donde hoy en día, solo pagan un 25%; es decir que ese 5% restante se distribuiría en las necesidades más apremiantes que tiene el país, sin tener que seguir aumentando a los impuestos, ni teniendo que debatir la reforma tributaria.
Hay recursos naturales no renovables como es el caso del petróleo, el cual contamos con grandes reservas y debemos aprovechar esta oportunidad que nos brinda la naturaleza para salir de la encrucijada que tienen todas las dependencias del estado, porque llegará el día que lo único que nos quedarán son los huecos y tendremos que mendigar a otros países los recursos que se llevaron de Colombia.
No podemos seguir con los brazos cruzados viendo como nuestras riquezas son quitadas por aquellos que son grandes potencias y ver como se deteriora nuestro medio Ambiente sin imaginarnos las consecuencias que traerán la exploración y explotación desenfrenada de nuestros recursos.