Los tres principios de la Renovación Absoluta® son su código genético: Veracidad, Coherencia y Practicidad. Como se indicó, su sentido filosófico radica en su capacidad para orientar el conocimiento y el comportamiento.
La Veracidad, que viene de la verdad, es la declaración de los valores como axiología o conocimiento y como aplicación.
Se vincula directamente con la honestidad o integridad, entendida como el comportamiento permanente con moderación y respeto a los valores. Implica la capacidad de auto conducción, que dota, a quien posee esta calidad, de la posibilidad de transmitir y asumir un gobierno externo.
La veracidad, expresada en la capacidad de auto conducción de cada individuo, da origen al concepto de política: La política es el gobierno de las personas más ejemplares, el servicio que prestan a sus conciudadanos quienes se auto conducen desde punto de vista axiológico.
La Coherencia, consiste en que la verdad o la ética se aplica, los valores se viven, el discurso es la práctica, lo que se habla se hace.
La Coherencia, como paso siguiente a la declaración de veracidad (ética), es la aplicación de ese conjunto de valores, es la ética aplicada en las acciones y comportamiento del individuo.
Este principio garantiza que el pensar frente a las circunstancias concretas sea instruido por los valores, que la decisión individual se oriente a actuar de conformidad con ese conocimiento axiológico y que finalmente, el acto corresponda con los valores.
Incorpora la ausencia de motivaciones o provecho particular y por el contrario guía el actuar a partir del comportamiento exclusivamente por los valores, por el interés general.
Desde una práctica política, este principio se explica, por ejemplo, con lograr el apoyo ciudadano a partir de la aceptación progresiva, del crecimiento sostenido de la renovación. De este modo, se prescinde, verbigracia, de realizar alianzas electorales que sacrifican la independencia e identidad de la Renovación Absoluta®.
Como desarrollo de la coherencia, la Renovación Absoluta® impulsa el mérito, recompensa el buen ejemplo social y lo prioriza como un método para la toma de las decisiones.
La convivencia con respeto y sin vetos, también es propia de la coherencia, por ello el Miraísmo® considera inaceptable el racismo, no discrimina y no segrega.
Finalmente, la coherencia también se evidencia en que la Renovación Absoluta® promueve la inclusión económica y social de los individuos y las comunidades, especialmente de aquellos que no son representados y, por ende, no son defendidos.
La Practicidad asegura que la Renovación Absoluta® no se quede sólo en la teoría, sino que el individuo actúe con resultados útiles, que le sirven a la sociedad. Es la eficiencia en las acciones y comportamientos, que responden al ideario ético, y se dan con oportunidad y máxima eficacia.
La practicidad asegura que la acción política o la acción del individuo se oriente y dé resultados de servicio o bienestar de sus conciudadanos.
Un ejemplo de practicidad en la política son las leyes, cuando se diseñan y construyen para asegurar el servicio general a la ciudadanía.