Nueva agenda por la ola invernal

Carlos_Alberto_Baena_DiariodelhuilaTenemos que hablar de los nuevos desplazados de Colombia, no por la violencia, sino las nuevas víctimas que tiene el país, producto de la ola invernal. Por eso hay que replantear la agenda, desde el punto de vista institucional, del ahora y del después que es un mañana inmediato. diariodelhuila 

 

En la parte institucional hay que fortalecer mientras pasa la niña, a la Dirección de Gestión del Riesgo, que está en el Viceministerio del Interior, aumentando su planta de personal, que tan solo cuenta con veinte funcionarios de planta y veinte por contrato para atender semejante emergencia. Como a razón de uno y medio por Departamento, por decirlo de alguna manera. Adicionalmente la conformación de los comités regionales y locales de emergencia deben ser de obligatorio cumplimiento y no como hoy la norma lo especifica, como una posibilidad. E indudablemente la única manera para que todos los Ministerios se sujeten a una directiva superior, es creando la Agencia Nacional para el Riesgo, como una institución que dependa directamente de la Presidencia de la República.

En el ahora hay que suspender el cobro de todos los servicios públicos a las familias damnificadas, es decir a casi 300.000 viviendas. Se debe aprovechar el estado de emergencia para decretar una legislación de carácter extraordinario, que adicionalmente contemple un subsidio para el momento en que regresen las familias, es decir, que no sólo estén eximidas de tener que pagar un cúmulo de facturas, sino también se les exima de tener que invertir en medidores, en contadores y redes internas domiciliarias, que seguramente van a estar averiadas.

De otra parte hay que aprovechar el estado de emergencia para intervenir las tarifas de los pasajes aéreos, aunque estamos en un régimen de mercado y de libertad de tarifas, para evitar transitoriamente que se siga dando la especulación de precios por parte de algunas aerolíneas, que viendo la necesidad de las personas por retornar a las regiones y ante la imposibilidad de hacerlo por vía terrestre,  han subido injustamente las tarifas. La Aeronáutica Civil está en la obligación de intervenir en este campo. Entre otras cosas, también para evitar una mayor pobreza producto de la disminución del turismo este fin de año.

De igual manera, el Ministerio de Protección Social y el de Vivienda deben estar atentos para garantizar el agua potable a las poblaciones damnificadas, a fin de evitar epidemias.

En el después o el mañana inmediato pensamos que el Plan Nacional de Desarrollo debe ser redireccionado en cuanto a sus locomotoras, no sea que se nos conviertan en lanchas. La manera de hacerlo es fortalecer su enfoque a la emergencia y a la inmensa pobreza que desnudó el invierno. Las inversiones de la locomotora de vivienda a manera de ejemplo deben ser para las personas que perdieron sus viviendas. También los POTs deben ajustarse a estas tristes nuevas realidades geográficas después de la tragedia y por supuesto impulsar una agenda legislativa ambiental, que de la mano con debates inaplazables a las Corporaciones Autónomas Regionales, al modelo de minería del país, a la deforestación, a la sedimentación de los Ríos, a las urbanizaciones ilegales, tendrán que ser la nueva agenda de Colombia.