Por diferentes circunstancias las personas que retornan del exterior a Bogotá y quieren reubicarse no encuentran garantías laborales, de salud, vivienda, ni educación. El Distrito creó el programa “Bienvenido a casa” para atender a esta población, pero los recursos allí invertidos no han arrojado los resultados esperados, denunció el Concejal del Partido Político MIRA Carlos Eduardo Guevara. Bogotá abrió las puertas de una oficina llamada “Bienvenido a Casa” con el fin de atender a los inmigrantes en la orientación y gestión de la consecución de sus necesidades más inmediatas. Esta población retorna sin garantías laborales, carente de recursos, sin vivienda y, muchos de ellos, sin dinero para poder vivir en la ciudad.
Esta “oficina”, que hasta el momento se ha gastado cerca de 100 millones de pesos en el programa, que funciona en la localidad de Chapinero y no en el Aeropuerto el Dorado como debería ser; no cumple a cabalidad su función de brindar asesoría al inmigrante, porque en muchos de los casos los dirige a los albergues del Distrito o a los Hogares de Paso, lugares a donde también son llevados los Habitantes de Calle, escenario que puede empeorar su situación psicosocial.
El tema empeora porque más de la mitad de las personas que retornan tienen edades que oscilan entre los 35 y los 54 años, cuando tienen menos posibilidades de ser contratados laboralmente y carecen de una pensión.
“No hay información clara para que los inmigrantes sepan a donde dirigirse. Por eso, es necesario formular una Política Pública de Inmigración integradora, aprovechando los convenios internacionales derivados de los acuerdos de países amigos y crear un Sistema de Información del inmigrante. Igualmente, es importante desarrollar un proyecto educativo de la migración, como parte de la formación impartida para la generación de proyecto de vida en los bogotanos”, puntualizó el concejal Guevara.