Emana de su piel notas de brisa de mar, esas mismas que tararea cuando camina al son de Herencia de Timbiquí y ChocQuibTown en la misión de cumplir con su tarea social, de la que se enamoró desde que ingresó al Partido Político MIRA, ya hace 12 años para contribuir a una sociedad más inclusiva y sin racismo.
Nelly Mosquera García es una mujer de 30 años, quien vive en Villavicencio, Meta, y aunque está a cientos de kilómetros de su océano Pacífico, ese lo lleva impregnado en su ser, por su amor afrocolombiano, el que ha sido inspiración. “Una líder me invitó a unirme al voluntariado del Partido. Yo estudiaba comunicación social y periodismo, y así me di cuenta que por medio de MIRA podía aportar mucho a la sociedad, y en especial me permitía dignificar los aportes de la población afrocolombiana y documentar casos de discriminación racial a través de la Ley 1482 de 2011, debido a que durante mi niñez y juventud viví muchas situaciones de racismo y exclusión”, recordó.
Así se le desveló en su vida el escenario para que otros niños y jóvenes no vivieran las dificultades que ella soportó, a causa de la discriminación racial. “En ese tiempo yo no tuve una ley que defendiera mis derechos”, recordó Nelly, quien no olvida agradecer a Dios por señalarle un camino en el que vio a muchas mujeres en los barrios portando la camisa y el chaleco de MIRA, eso la enamoró del “trabajo social que adelantaban en beneficio de la comunidad”.
Esta orgullosa afrocolombiana, que se deleita también con Totó La Momposina, evocó que cuando ingresó a la colectividad nunca pensó en ser una líder y menos llegar a recibir la responsabilidad de representar al MIRA. “Nunca pensé que yo podría ser una precandidata, porque sentía que no tenía las capacidades, y es hermoso como en estos años, MIRA me formó y capacitó”, manifestó.
Su actual labor se enfoca en el trabajo con diferentes organizaciones nacionales y regionales para la defensa de los derechos de las mujeres y así ayudarlas si han sido víctimas de la violencia.
Precisó que el momento más significativo de su militancia fue la devolución de las curules en el Senado en 2018 y el hecho de no aceptar la millonaria suma por compensación de los años sin estar en dichos escaños. “En ese momento toda Colombia conoció que MIRA está hecho para grandes cosas y que la honestidad siempre será nuestra bandera”, indicó Nelly, quien considera que “ser miraísta es un estilo de vida, es la forma como me comporto, expreso, relaciono y aporto positivamente al desarrollo de mi comunidad”.
Sueña con adelantar una especialización en desarrollo local y gestión del territorio, además de una maestría en proyectos de desarrollo sostenible, a la vez que está convencida de que apenas este es el inicio de la historia del MIRA, un Partido que se extiende como su querido ‘Pacífico’ y que vibra dentro de su militancia. “Estamos llegando a los corazones de toda Colombia, porque ser miraísta es una forma diferente de hacer las cosas, pensando siempre en el bienestar común y propender por los derechos de la comunidad”, aseguró.