Uno de los 87 municipios de Santander, la tierra de la Revolución Comunera y que aún conserva siete provincias como organización territorial, es San Miguel, la patria chica de una odontóloga quien dice que ser miraísta es la alegría de compartir con personas que sueñan y creen que el país se puede transformar a través de los valores.
Lady Eufrasia Sierra Millán, hija de una numerosa y tradicional familia campesina sanmigueleña, llegó a la capital santandreana, Bucaramanga, proveniente de su provincia García Rovira, cuando apenas tenía 19 años, para adelantar sus estudios universitarios en odontología en la Universidad Santo Tomás.
Nacida en 1965, Lady Eufrasia conoció el Partido Político MIRA hace 10 años, cuando unos amigos le hablaron de un movimiento que trabajaba con base en valores. “Eso me llamó poderosamente la atención, eso me generó esperanza para transformar el país”, dijo la también especialista en ortodoncia y ortopedia, y en administración y planeación del desarrollo regional.
Una vez dentro del Partido se interesó en participar activamente en la Escuela de Gobierno, la cual la formó. “Crecí con el ejemplo de grandes líderes como el doctor Antonio Cárdenas y la doctora Carmen Balaguera, entre otros, quienes me motivaron para crecer en el trabajo social y servicio”, relató.
Apasionada por la lectura, la música, el deporte, la naturaleza, cantar y cocinar, además de compartir con la familia, Lady quiere ser representante de los santandereanos en la Asamblea para ayudar a muchas personas que no tienen voz, ni oportunidades.
Convencida de las grandes oportunidades que ofrece el Partido MIRA para coadyuvar a la sociedad, Lady Eufrasia se atrevió a invitar a la gente a que se una. “Invito a cada una de las personas que quieren transformar este país, que quieren que las cosas sean diferentes, a formar parte de este gran Partido, que ha demostrado a lo largo de sus 19 años de existencia que la política se puede hacer honestamente. Y prueba de esto son los congresistas que nos han representado con su trabajo, dedicación y cariño, que la política sí es para servir. Y por esto y mucho más los animo hacer parte de este equipo”, manifestó.
En tal sentido, puntualizó: “Ser miraísta es la alegría de compartir con personas que sienten, piensan y sueñan con transformar este mundo a través de los valores. También es sembrar una semilla de esperanza para las personas que han perdido la capacidad de creer que las cosas pueden hacerse de una forma diferente”.