La Solidaridad desde el Miraísmo

La Solidaridad es la cualidad con la que cuentan aquellas personas que consideran a los demás como iguales y luchan por el bienestar de todos. Cuando se es una persona solidaria se consideran como propios los problemas y las dificultades de los demás, se busca ayudar a todas las personas sin discriminación alguna y de manera desinteresada,  generosa  y desprendida, se responde por los actos realizados y se cuida que éstos no interfieran negativamente en las condiciones de felicidad de los demás. La Solidaridad lleva a la unión1 de todas las personas, el trabajo conjunto para la búsqueda de soluciones que aumenten la calidad de vida de todos.

La Solidaridad busca generar confianza por medio de un proceso de empoderamiento y compromiso que se sustenta en el entendimiento, la generosidad y la fidelidad en la comunidad y con sus representantes. En el Miraísmo, va más allá de una simple adhesión entre las personas para la búsqueda de unos intereses particulares, porque parte de la existencia de unos valores morales comunes. La Solidaridad es uno de los principios básicos de la organización social, política y económica y se entiende como la relación afectuosa, vinculante, recíproca y desinteresada con la que las personas trabajan en la consecución del bien común.

Este valor se hace evidente en el celo o cuidado de los unos por la dignidad de los otros, es decir, en la preocupación por su calidad de vida, por sus condiciones individuales y por el cumplimiento de sus proyectos de vida.

La Solidaridad se encuentra directamente relacionada con el trabajo en equipo tanto a nivel institucional del Movimiento como a nivel social o comunitario, y se caracteriza por ser el vínculo y el compromiso en la articulación de las acciones, lo cual se opone a la consecución de intereses particulares o que interfieran de manera negativa en la calidad de vida de los demás.

La Solidaridad es un valor protagónico porque si todas las personas logran establecer sus relaciones humanas por medio de éste valor, se podrá garantizar la unión, el bienestar colaborativo y la paz social que se propende desde el Miraísmo.

Valores relacionados

La Solidaridad se compone de valores instrumentales que posibilitan su materialización. Estos son la Amistad, la Comprensión, la Sinceridad, la Benevolencia y la Generosidad.

La Benevolencia denota la intención de hacer bien a otra persona. Se deriva del latín y etimológicamente significa “tener buena voluntad”, “querer hacer el bien a alguien”. El Miraísta es bondadoso, por ejemplo, cuando soporta las fallas de las demás personas y en vez de desearles mal les tiene paciencia.

La Comprensión complementa a la Benevolencia porque es la identificación de la situación del prójimo con la situación propia, “ponerse en los zapatos del otro”. Implica un esfuerzo por entender cómo siente y piensa la otra persona. La Comprensión hace par con la Tolerancia, que es la aceptación respetuosa de las situaciones ajenas aunque no se compartan.

La Sinceridad es el hablar y obrar sin fingimiento. Es lo contrario a la hipocresía. Antes de ser sincero se debe ser benevolente, porque la sinceridad es la benevolencia puesta en la práctica. Trabajar en MIRA sólo por un salario o por obtener protagonismo es falta de sinceridad.

La Generosidad es el donar o regalar bienes (materiales o inmateriales) a otras personas sin esperar recompensa de parte de ellas. La Generosidad lleva a no acaparar sino a dar lo mejor a los demás. Cuando alguien comparte lo que es suyo (aunque eso implique quedarse con poco) y es dadivoso, cumple con el valor de la generosidad.

La Amistad es la relación solidaria recíproca que tiene carácter afectivo. Cabe decir que la Amistad no es una negociación, porque en la negociación cada parte da algo con la esperanza de obtener réditos mayores, pero en la Amistad las partes dan afectuosa y desinteresadamente.

Acciones relacionadas

A la Solidaridad se le asocian acciones miraístas, principalmente ayudar, beneficiar, gestionar, cooperar y facilitar.

Ayudar es colaborar en el trabajo de otros. Implica renunciar a la comodidad por consideración a los demás y “tender la mano”, aunque no seamos nosotros los encargados oficialmente de las tareas o labores. El que no ayuda con la excusa “ese no es problema mío” es una persona sin solidaridad.

Beneficiar es, en general, hacer bien a alguien. Ayudar es, por ejemplo, una forma de beneficiar. En el lenguaje del Miraísmo, beneficiar es el dar incentivos a las personas con la intención de ganar su amistad.

Gestionar es tramitar todo lo correspondiente para el logro de un propósito. El Miraísta por eso debe perderle el miedo a los trámites y al trato con el Estado, ya que quien sabe gestionar potencializa la capacidad del Movimiento para beneficiar a las personas.

Cooperar es obrar mancomunadamente con otras personas en busca de un mismo fin. La cooperación es la base del trabajo en equipo y se complementa con la organización, que lleva a repartir el trabajo inteligentemente.

Facilitar es proporcionar los medios y servicios propios para que las demás personas no tengan que realizar esfuerzos innecesarios. El Miraísta es facilitador porque en vez de crearle complicaciones a los demás y enredarles su trabajo, está siempre atento para ayudar y poner de su parte.