La justicia desde el Miraísmo

La Justicia es el valor que busca que todos los humanos puedan contar con oportunidades que les permitan disfrutar de derechos y condiciones de igualdad sin excepción alguna. La Justicia significa ver a todas las personas como iguales, como merecedoras de una mejor calidad de vida. Significa beneficiar a todas las personas de manera equitativa.

Para el Miraísmo la Justicia es una virtud con la cual se propician escenarios que benefician a todas las personas para contrarrestar los daños que disminuyan la calidad de vida o transgredan la dignidad.

Valores relacionados

Desde el Miraísmo la Justicia tiene unos valores instrumentales que caracterizan el comportamiento y que son necesarios para llegar a un equilibrio adecuado. Son la Imparcialidad, la Legitimidad, el Equilibrio, el Cumplimiento y la Equidad.

La Imparcialidad es no tomar parte por ninguno de los interesados, esto es, no beneficiar indebidamente a ninguno de los bandos. La Imparcialidad es no favorecer ni a uno ni a otro sin tener razones verdaderas, justas y coherentes. Es dar a cada cual lo que debe recibir aunque el hacerlo pueda provocar incomodidad, dolor o frustración para el que juzga. El imparcial juzga rectamente y, de ser necesario, pasa por encima de sus inclinaciones. La Neutralidad es una forma de Imparcialidad, y consiste en no sentir inclinación hacia ninguna de las partes. Un miraístas imparcial no se deja llevar por sus amistades, por su familia o por cualquier otra persona para otorgar favores políticos y ser clientelista (ya que eso es una injusticia pues se defrauda a la comunidad).

La Equidad es dar a cada cual lo que es debido según la moral y la ley. Para ser equitativo es necesario ser imparcial, aunque la Imparcialidad no es el único requisito que debe cumplir el que obra con equidad. La Justicia se diferencia de la Equidad porque la Justicia es en general hacer lo que es debido y la Equidad es dar a cada cual lo que es debido (o sea, aplica específicamente para los conflictos distributivos). El equitativo siempre da de la buena parte y es benévolo (y no usa la benevolencia como excusa para ser inequitativo).

La Legitimidad es la virtud de de juzgar de acuerdo a la ley, es decir, de acuerdo a las normas morales. Otro de los sentidos de la Legitimidad la asocia con la Autoridad, es decir, con el prestigio que tiene el juez a causa de su reconocida rectitud al obrar (irreprensibilidad, merecimiento de confianza, autoridad moral). Los líderes miraístas no se reúnen a puerta cerrada con los funcionarios del Estado sino que acuden a las citas acompañados por la comunidad, para poder conservar y fortalecer su legitimidad.

El Equilibrio es permanecer estable e imperturbable ante las discusiones y alegatos que se presentan en el proceso de juzgar. El equilibrio se mide al pasar el tiempo. Es no cambiar las reglas de juego ni cambiar de opinión sin una razón certera y racional. El Equilibrio implica no ser caprichosos, no obrar sin justificación o motivo recto, tener moderación. Quien es equilibrado no lanza juicios apresurados ni le da crédito a los rumores sin someterlos a comprobación.

El Cumplimiento es no dejar nada a medias, es hacer lo debido en toda su extensión y con todas sus implicaciones. El Cumplimiento es lo contrario a la mediocridad. Viene del latín complere, que a su vez se deriva de plenum (lleno, completo, entero). Aplicado al valor de la Justicia, el Cumplimiento es no dar menos ni más de lo debido a cada cual y cumplir todas las normas (sin excepción) que apliquen a un litigio o conflicto para garantizar la justicia.

Acciones relacionadas

Las acciones relacionadas con el valor de la Justicia son: reconocer, acompañar, efectuar, posibilitar y defender.

Reconocer es “examinar con cuidado algo o a alguien para enterarse de su identidad, naturaleza y circunstancias” (Diccionario de la Real Academia). En MIRA se reconoce la situación de la comunidad para no cometer equivocaciones a la hora de actuar, se hacen diagnósticos lo más veraces y confiables que se pueda, no se miente acerca de la realidad de las personas. Tradicionalmente en Colombia muchos líderes políticos han ignorado las verdaderas necesidades de la población y se han desviado, tomando decisiones inconvenientes para la población.

Acompañar es participar de las actividades de otra persona. En MIRA se acompaña al ciudadano, por ejemplo, cuando se le enseña a realizar un trámite ante el Estado (por decir, un derecho de petición, una solicitud, etc.).

Efectuar es garantizar que las acciones que se realizan tengan el resultado (efecto) que se desea. Un miraísta que hace un proyecto de acuerdo debe velar no sólo porque la norma sea aprobada, sino también por que los beneficios en verdad lleguen a quienes los necesitan.

Posibilitar es, en el lenguaje del Miraísmo, concretar los propósitos en planes, proyectos y programas. Por ejemplo, cuando un miraísta tiene una buena idea no se limita a decírsela a alguien, sino que se esfuerza por definirla bien, la escribe, la vuelve un plan y luego la presenta. Ése es el caso de los congresistas del Movimiento, que se destacan por posibilitar muchos beneficios a través de proyectos de ley.

Defender es brindar protección y amparo a algo o alguien, esto es, impedir que ocurra un mal o un agravio. Quienes practican el Miraísmo no sólo defienden a MIRA y a sus valores, sino que también defienden a la comunidad contra toda injusticia o arbitrariedad.