Es un discurso que se rige por los principios de la democracia participativa, representativa y deliberativa, para el desarrollo de las poblaciones y territorios, mediante la renovación de las concepciones y prácticas éticas desde los ámbitos familiar, comunitario y social.
Para MIRA no bastan las palabras, es por esto que el discurso ha de ser coherente con los hechos; el Miraísmo piensa que el ejercicio de la política debe constituirse en la más loable de todas las labores, porque su objetivo es garantizar la realización de la Dignidad Humana para todas las personas y el mejoramiento de la calidad de vida actuales. Las palabras deben ser sinónimo de la acción.
En efecto, cualquier discurso o crítica, queda vacío sin una propuesta contundente y fundamentada en principios éticos comportamentales y sociales.