Humanismo Integral y Aplicado

Bien Común e interés general

El Miraísmo cree que son más las personas que en su sentido de solidaridad y servicio pueden compartir este pensamiento y actuar de forma diferente, lógica y coherente, vitalizándola continuamente a través del conocimiento y construcción mancomunada. En el Miraísmo deliberativo no hay “otros” sino “nosotros” donde todos somos sujetos y actores en la acción social y política (comunicación intersubjetiva) que propende por el bien común.

Este Bien Común es el fin, en términos éticos, que las sociedades acuerdan para el desarrollo y perfección que les corresponde.

El buen común para la realización y desarrollo de todos y para todos, es la construcción interminable del proyecto como sociedad donde todos sus miembros tienen el derecho y
el deber de cooperar para posibilitar las condiciones sociales que permitan hacerlo una realidad.
 
Propiciar el alcance del bien común implica la realización de la justicia social, el alcance del interés general (entendida como el conjunto de condiciones acordadas socialmente para alcanzar el bien común), la seguridad y la prevalencia del ser humano y sus derechos para que todos puedan vivir plenamente el bien ser, bien hacer y el bien estar.

La comunidad humana que practica este Humanismo como columna de la estructura del Miraísmo deliberativo actúa con responsabilidad, autonomía y convicción de la naturaleza lógica y consciente de la necesidad de trabajar por el respeto de la dignidad humana y calidad de vida de la población, de los territorios y en cada una de las dimensiones públicas.