En su momento el cuatro por mil fue la herramienta usada para la reconstrucción del Departamento del Quindío, por los efectos devastadores del terremoto de 1999. Por eso, mientras se da el desmonte gradual de este impuesto, se podría retomar su filosofía ya aplicada a situaciones de catástrofes naturales, afectando su totalidad o algunos puntos de ese cuatro por mil, a la atención de los damnificados por el invierno. Por tratarse de un impuesto, el Gobierno Nacional tiene las facultades para darle libre destinación a su recaudo que supera anualmente los 2.5 billones de pesos.
Se hace necesario tener en cuenta al momento de la discusión del proyecto de ley 124 de 2010 que prevé el desmonte gradual del gravamen a los movimientos financieros, llamado cuatro por mil, que se haga uso de éstos recursos transitoriamente. Esta propuesta de la mano con la declaratoria de emergencia social que le solicitamos al Gobierno Nacional hace más de un mes, al igual que recientemente lo hiciera la plenaria del Senado de la República, será la herramienta para enfrentar con nuevos recursos esta catástrofe humanitaria. Como lo dijera el Ministro del Interior recientemente en el décimo séptimo Acuerdo para la prosperidad: «esta tragedia nos desbordo a todos».
Pero el País tiene que tomar todas las medidas para atender de manera inmediata a las miles de familias damnificadas y de paso apropiar recursos, que bien pueden ir al Fondo Nacional de Calamidades, donde los recursos de cuatro por mil mientras se da su desmonte, van a ser determinantes para trazar una verdadera Política no sólo de atención de desastres, sino ante todo de prevención. Y es que ya estábamos advertidos por la Agencia Especializada en medición de riesgo Maplecroft del Reino Unido, que había anunciado que para el año 2010 Colombia aparecía en décimo lugar de riesgo en todo el mundo y era el único país en nivel de riesgo extremo en todo el continente Americano. Es más, según la Oficina coordinadora de asuntos humanitarios de las Naciones Unidas, Colombia es el tercer país después de China y Bangladesh con mayor grado de mortalidad por esta clase de fenómenos. Y lo peor es que según los reportes del IDEAM el fenómeno de la niña se extenderá hasta marzo del próximo año.
Los integrantes de la comisión sexta del Senado, que es la encargada constitucionalmente de asumir los temas de las emergencias y calamidades públicas, hemos tomado la decisión de declararnos en sesión permanente en medio de esta crisis invernal. Esto significa que puede ser convocada en cualquier momento durante el receso legislativo que viene para el Congreso de la República.