A 32 kilómetros de Florencia y a solo 450 metros sobre el nivel del mar hay una ‘Montañita’, desde donde Daisy Bermeo lidera sin descanso los procesos asociativos para más de 96 mujeres de su cálido municipio.
Entre gallinas ponedoras, pollos de engorde, semillas y siete lagos, 16 damas cultivan más que productos y animales para su sustento, sino que siembran esperanza e ilusiones para un mejor presente y futuro de sus familias. “En el predio de la Asociación de Mujeres de Caquetá lideramos procesos para la mujer asociativa, para la mujer rural”, aseguró esta emprendedora, quien por motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer le da gracias a Dios por las oportunidades puestas en su vida e instó a sus compañeras a laborar sin miedos, pues allí en la granja La Mucoca se recolectan frutos para el bienestar social, emocional, familiar y económico de decenas de montañitenses.
“Aunque hemos tenido necesidades también los logros han sido gratificantes, pues no solo nuestras asociadas han podido estudiar y tener primaria y bachillerato, sino que los esposos e hijos han accedido a educación y otros beneficios gestionados desde la asociación”, relató Daisy.
Y gracias al colectivo, ‘La Luz de la Esperanza’ llegó a la vereda, haciendo honor a su nombre, porque no solo el gobierno departamental llevó el servicio de energía sino que la Unión Europea, con su director Estefano Marcervisi, visitó en noviembre de 2018 varios núcleos poblacionales del municipio La Montañita, para comprometerse a asignar recursos de cooperación internacional, anuncio que incluyó las iniciativas productivas lideradas por Daisy y su grupo.
“Hemos logrado que con el anuncio de Estefano, la Unión Europea nos enseñe a los campesinos cómo sembrar variedades de semillas en un espacio de solo 40×50 centímetros, es hacer una escuela de campo, lo que se une a los otros programas que tenemos con las aves de corral y el cultivo de arawanas, un pez de agua dulce”, comentó.
Para Daisy el apoyo de la alcaldía de La Montañita, de la gobernación de Caquetá, de la Unión Europea y de la embajadora de Portugal, Gabriela Soares de Albergaria, entre otras instituciones, constituye una motivación más para demostrarle a las mujeres que son parte de su crecimiento. “No hay que quedarse esperando a que nos den, sino ser activas. Las invito a que no nos cansemos, pues vienen grandes logros para nuestras familias, para aportar como mujeres y tomar decisiones”, sentenció.