Por Carlos Alberto Baena La crónica del Quindío.
La tendencia originaria de elitizar el fútbol ha sido reemplazada por el deber de democratizar el fútbol.
En atención a ese ánimo colectivo de incidir sobre los conjuntos de fútbol en los que los aficionados se sienten representados, la ley 1445 de 2011 ordenó que “los clubes con deportistas profesionales deberán organizarse o como Corporaciones o Asociaciones deportivas, de las previstas en el Código Civil, o como Sociedades Anónimas, de las previstas en el Código de Comercio” y les fijó un número mínimo de miembros.