
María del Carmen, manifestó: “viendo que estas personas no tienen un apoyo para que el lugar se encuentre limpio, lo que hicimos fue un aseo general, para ayudarles a tener un lugar agradable donde puedan convivir con mucho satisfacción; entiendo que son depositarios del conocimiento acumulado con su experiencia, sujetos del cambio que tienen aportes invaluables que hacer, convirtiéndolos de esta manera en actores cualificados que merecen respeto y cuidado prioritario que garantice su derecho a una vejez digna, activa y participante”.