Se desconocen los puntos críticos donde se puedan presentar desastres por la ola invernal y otros eventos naturales.
Colombia sufre la segunda ola invernal en los últimos seis meses, considerada ésta como la más crítica y que genera los mayores estragos en los ámbitos sociales y económicos del país, expresados a través de la destrucción de vías de comunicación, pérdidas agrícolas y ganaderas en diferentes zonas, la destrucción de infraestructura y lo más preciado, las vidas humanas.
El departamento del Quindío, así como su capital, no escapan a esta terrible situación; los riesgos son cada vez más inminentes. La situación geográfica de la región nos coloca en mayor vulnerabilidad, ya que poseemos una gran cantidad de fuentes hídricas que atraviesan la ciudad en sus varios sectores y por consiguiente la presencia de un buen número de laderas alrededor de las cuales se han construido viviendas de distinto tipo que pone en riesgo la seguridad y la vida de sus habitantes.
Recientemente, la concejala del Partido Político MIRA Aydeé Lizarazo Cubillos, convocó a las autoridades municipales encargadas de la gestión del riesgo en el municipio de Armenia, para que rindieran informe sobre la situación que viven los damnificados de la pasada ola invernal y la forma como el municipio se prepara ante situaciones de esta índole; sobre lo cual, se pudo evidenciar que de las 4.205 familias afectadas directamente, 397 familias ubicadas en igual número de viviendas requieren evacuación prioritaria; así mismo, la intervención en 52 establecimientos educativos, 112 fincas y la bocatoma del acueducto entre otras infraestructuras, que resultaron afectadas en los meses de noviembre y diciembre del año pasado.
Este debate que se dio en el concejo de la ciudad, permitió de igual forma conocer que Armenia carece de un mapa de riesgos que identifique los lugares o puntos críticos ante una ola invernal como la que vivimos actualmente o cualquier otro evento natural.