Esta ley protege a las víctimas de violencia intrafamiliar y otros tipos de violencia, como por ejemplo el acoso laboral. Brinda más garantías frente a las denuncias por acoso sexual y endurece las penas cuando los delitos son cometidos contra una persona, en razón de su género femenino. Crea medidas de prevención de la violencia contra la mujer en la escuela, el trabajo y la familia. Y establece medidas de atención integral a las víctimas de violencia, facultando a las entidades estatales en todos los niveles territoriales, para adoptar acciones en ese sentido.