En el marco de la discusión del Acto Legislativo de Equilibrio de Poderes, la Comisión Primera de la Cámara de Representantes aprobó un artículo nuevo, quitándole una curul en el Congreso, a la representación política de los colombianos que residen en el exterior.
Lo irónico del asunto, es que sólo el pasado mes de marzo, por primera vez, se eligieron dos Representantes a la Cámara como voceros de los compatriotas que viven en el exterior. Es decir, poco duró el gesto que tuvo en su momento el Congreso, respecto de los millones de personas que habiendo nacido en Colombia, hoy se encuentran más allá de nuestras fronteras.
Esta no debe ser la respuesta del Estado, porque envía un mensaje incorrecto a toda la sociedad, respecto del Deber Ser de la representación política. Concentrarse en reducir en un 50% el espacio de los colombianos en el exterior dentro del Legislativo, se muestra como una “sanción” inequitativa e ilegítima, respecto del ejercicio de una libertad, fundamental, para todos los colombianos: El Derecho al Voto.