El Distrito una vez más demostró la improvisación y falta de planeación, al imponer pico y placa al transporte público colectivo tradicional.
Esta situación se hubiera evitado con el cumplimiento de la implementación del SITP, que a la fecha solo llega a un 60 % después de dos años de retraso. Los perjudicados como siempre, son los usuarios del transporte público, pues la medida está afectando a más de 400 mil personas de estratos bajos que diariamente utilizan el tradicional sistema de buses.
Esta medida parece que buscará reivindicarse con los Operadores del SITP, ya que el retraso en la implementación por parte de Transmilenio, hace que la suficiencia financiera de estos operadores esté en riesgo y puedan declararse en quiebra.
«En el Congreso el Alcalde Petro manifestó que así le costara la Alcaldía, apoyaría a los pequeños trasportadores y no los acabaría, pero al perecer se le olvido y los está sacando del mercado, sin que realmente tengan las más mínimas garantías para que sean incluidos dentro del sistema».