
En el departamento de Nariño las obras de infraestructura vial están presentando inconvenientes y retrasos debido al incumplimiento por parte de los contratistas, un ejemplo de esto es la vía Tumaco-Mocoa, de vital importancia para el comercio y comunicación de la región ya que conecta la costa pacífica con el centro del departamento y el sur del país, esta obra presenta un retraso mayor al 80%, con el agravante de que Panavias la empresa contratista se declaro en quiebra y dijo haber utilizado todos los recursos desembolsados por el estado en el pequeño tramo construido hasta la fecha.
En esta vía, en el tramo de carretera que lleva por nombre los Arrayanes, el perjuicio no solo es para los comerciantes y los transportadores sino que en habitantes y animales se están presentando enfermedades además de daños en los cultivos, y propiedades debido a la gran cantidad de polvo que se genera por el paso de los vehículos.
Por otra parte encontramos la misma situación en un tramo de 10 Km de la vía que va de Pasto al corregimiento del Encano, viéndose afectando el turismo, que es la actividad principal de esta parte del departamento de Nariño.
El esfuerzo para hacer que se aprueben los recursos para estas obras es muy grande, por parte de los congresistas y dirigentes así que no es justo que se despilfarren sin ningún control, si bien es cierto que es un problema que afecta a todo el país no es razonable que las regiones más pobres de Colombia sean las más afectadas, siendo la impunidad la que reina en estos casos y el bolsillo de las personas el más afectado.