La Lealtad es uno de los valores finales del sistema de valores del Miraísmo, que en conjugación con el valor de la Solidaridad y de la Justicia, articula y orienta el logro de comportamientos íntegros por parte de cada uno de los actores del Miraísmo.
Desde el Miraísmo, la Lealtad es entendida como la coherencia permanente para la búsqueda de intereses que propendan por el bien común y el bienestar de la sociedad por medio de decisiones justas y equitativas que respondan a mejoras en su calidad de vida.
La Lealtad fortalece y estrecha los lazos de confianza y credibilidad con los miembros de la comunidad, lo que permite un acercamiento real de la política a todas las esferas de interacción social y que lleva a una comprensión distinta de lo que es ésta, lográndose ver cercana, cotidiana y útil por parte de la comunidad.
Dentro del proceso de la resolución de conflictos, la Lealtad garantiza el saber escuchar y considerar las visiones y condiciones de los actores involucrados y de los entornos, entendiendo y tolerando la heterogeneidad en las características de los mismos, la diferencia en las experiencias con las que cuentan y manera de ver las situaciones.
Desde los espacios de representación, MIRA fortalece y manifiesta su concepto de Lealtad, atendiendo y trabajando de manera responsable y firme a la confianza que cada uno de sus votantes otorgó al Movimiento. La representación desde MIRA se entiende de manera incluyente, reconociendo el rol activo con el que deben contar los ciudadanos y luchando por que éstos cuenten con una verdadera participación en los procesos de toma de decisión.
Valores relacionados
La Lealtad permite el desarrollo de un trabajo orientado por los valores del Compromiso, la Veracidad, la Autenticidad y el Respeto.
El Compromiso (latín compromissum, prometer mutuamente) es la virtud del que cumple lo que promete2. Cuando un miraísta es comprometido se gana la confianza de los demás, porque se sabe que si dijo que haría algo es como si ya lo hubiera hecho. Aunque MIRA no hace promesas de campaña como se acostumbra en la política tradicional, sí se aplica el compromiso, porque se cumple con el sistema de valores y cuando se comienza una gestión no se deja a medias sino que se lleva a feliz término. El compromiso de MIRA, más que ser de palabra, es de obra.
La Veracidad es la manifestación del Realismo. Si el Realismo es entender la realidad, la Veracidad es no aseverar lo que no es real. La Veracidad en el ser garantiza a los demás que no serán engañados y que, por tanto, reciben un servicio propicio a su bienestar. MIRA aplica la veracidad, entre otras cosas, porque no le crea falsas expectativas a la comunidad ni afirma nada de lo que no esté totalmente seguro.
La Autenticidad es existir en concordancia con la razón que se tiene para existir. Es obrar de acuerdo al verdadero sentido de la vida. Se deriva del griego autos (sí mismo) y hentes (hacedor, ser, ente), es decir, se refiere a “ser uno mismo”, “no ser copia de nadie”, “ser lo que se debe ser”. La persona auténtica sigue los ejemplos que considera buenos y rechaza los que considera malos, tiene criterio y carácter para no dejarse distraer de lo que le da la finalidad o razón a su vida, para no dejarse llevar por la corriente.
El Respeto es la deferencia, consideración o atención prioritaria que se da a otra persona por encima de la que se da a uno mismo. La palabra respeto se deriva del latín respectus, “volver a mirar”, es decir, darle especial importancia a algo o a alguien (porque es “más digno de ser mirado”, de ser considerado o tomado en cuenta). El respetuoso no ultraja ni daña a nadie. Soporta las ofensas y ultrajes sin vengarse, porque considera a los demás como con unas cualidades o condiciones superiores o más importantes que las propias. Cuando el respetuoso se percata de su superioridad en algún campo no subestima a los demás sino que les tiene por dignos de un trato cordial, mejor que el que quiere para sí mismo, a causa de la benevolencia y de la compasión. Por ejemplo, el científico que trata con un campesino analfabeta no lo humilla haciendo burla de su ignorancia, sino que le tiene paciencia y reconoce que es analfabeta debido a que no tuvo los privilegios y las oportunidades que él sí tuvo en la vida. Es de resaltar que el acto de hablar mal de alguien (difamar) es una falta de respeto, ya que no sólo aplica en el trato directo (cuando la persona está presente) sino en todas las acciones que afectan a los demás. Otra manifestación del respeto puede ser el saludo afable a las personas.
Acciones relacionadas
Las acciones que se relacionan con el valor de la Lealtad son: dinamizar, organizar, escuchar, vincular, unir y evidenciar.
Dinamizar es impulsarse a uno mismo y a los demás a obrar con rapidez, energía y entusiasmo (pero no con ligereza, que es obrar afanadamente y sin atención o cuidado). En MIRA los líderes políticos cumplen un papel vital en la dinamización de los equipos de trabajo, al motivarlos y mostrarles que las cosas no son tan difíciles o pesadas como parecen.
Organizar es, según la Real Academia, “establecer o reformar algo para lograr un fin, coordinando las personas y los medios adecuados”. Organizar es gestionar organizaciones, o sea, movilizar a las personas y prestarles los medios y la capacitación que requerirán para cumplir con sus tareas. El equipo institucional es el encargado de organizar al Movimiento a nivel nacional, departamental, municipal, etc.
Escuchar es prestar atención a lo que dicen y hacen las demás personas, y al clima o ambiente político. Al escuchar, el miraísta examina las problemáticas a fondo, teniendo en cuenta la opinión, las percepciones y los sentimientos de todos, a través de procesos deliberativos. Cuando el líder escucha está activando vínculos con las personas y además está evitando obrar de manera arbitraria.
Vincular es la acción que comprende hacer contacto con las personas y ganar su amistad a través de gestiones transparentes y efectivas. Los vínculos de MIRA deben ser como cuerdas fuertes, de manera que si hay alguna contienda electoral las personas voten por MIRA y no vendan sus votos.
Unir es la acción fundamental para la organización interna de MIRA y significa que debe haber unidad de criterio, que nadie debe hacer divisiones al interior del Movimiento. Cuando hay unión hay trabajo en equipo y no hay egoísmo ni búsqueda de protagonismo entre los miraístas.
Evidenciar es esforzarse no sólo porque la labor se haga sino también porque sea conocida. La rendición de cuentas, por ejemplo, es una manifestación de esta acción. En otro sentido, evidenciar es también hacer conocidas las problemáticas de las comunidades, llamar la atención hacia ellas, posicionarlas en la opinión pública para que el Estado y la sociedad tomen cartas en el asunto.