Pese a que las empresas generadoras de energía recaudaron 26 billones de pesos en los últimos diez años por concepto de “cargo por confiabilidad”, hoy no pueden garantizarle a los usuarios el mínimo abastecimiento de energía cuando hay escasez de agua, reveló el Congresista del Partido Político MIRA, Carlos Eduardo Guevara.
“La crisis actual se debe a que estas empresas decidieron invertir en plantas generadoras de energía, donde su principal insumo es el agua porque el costo-beneficio es más rentable que cualquier otra alternativa, sin tener en cuenta que los dineros pagados por los usuarios eran para hacer inversiones en plantas generadoras que no necesitaran agua, y así poder afrontar los cambios climáticos y la escasez del preciado líquido y enero del próximo año dependeremos de otros países como Venezuela para suplir la demanda de gas que se requiere para la producción de energía, no siendo la mejor alternativa por la situación diplomática que vivimos con el vecino país.
Los usuarios desde el año 1996 pagamos este costo que inicialmente se llamaba “cargo por capacidad”, en el 2006 se renombro como “cargo por confiabilidad”, cuyo fin era garantizar la disponibilidad de oferta eficiente de energía eléctrica en épocas de crisis hidrológica, sin embargo, la situación se agrava aún más porque este cargo tenía una destinación específica y dichas empresas no acataron esta reglamentación, en pocas palabras, los colombianos ya pagamos casi nueve veces las pérdidas que están aduciendo estas empresas”, indicó el Representante Guevara.
Es inconcebible que teniendo los recursos para atender el suministro de energía eléctrica en una crisis como la que estamos viviendo la Superintendencia de Servicios Públicos no haya alertado en su momento del bajo nivel de ejecución de los proyectos, que ahora las pérdidas tengamos que asumirlas los usuarios vía tarifa lo que hemos denominado una compra con tarjeta donde nos van a diferir las pérdidas para que las paguemos mensualmente durante tres años y adicional a eso tengamos una dependencia energética. Recordemos que el apagón del año 90 le costó al país 2.5 % del PIB que en plata hoy equivale a 20 billones de pesos sumados a las consecuencias en productividad y el aspecto social.
Finalmente hizo un llamado urgente al Gobierno Nacional para que revoque la decisión de este incremento injusto con los usuarios y que entre en operación los proyectos de generación Tasajero II y las hidroeléctricas de Carlos Lleras Restrepo y San Miguel y a su vez se hagan las inversiones para que las plantas térmicas con líquidos puedan pasar a combustibles más económicos, pues las pérdidas económicas de las empresas de servicios públicos deben ser asumidas por sus socios como lo estipula la Ley 142 de 1994. Todo lo anterior hace aún más inviable la venta de ISAGEN.